De enero a julio de este año, 435 personas han fallecido por accidentes de trabajo, 82 de ellos in tiniere. Eso supone más de 2 muertes al día y 36 más que en 2023
En los primeros siete meses del año, 435 personas han muerto en accidentes de trabajo: 353, en jornada; 82 de ellos, in itinere. Esto supone más de 2 personas muertas al día por causas laborales y 36 fallecimientos más que en el mismo período de 2023.
También han subido con respecto al año pasado los accidentes graves. En concreto, 25 accidentes graves más en jornada y 87 in itinere.
Accidentes de trabajo con y sin baja
En el periodo de enero-julio 2024, el número de accidentes de trabajo con baja fue de 364.144, mientras que el de accidentes de trabajo sin baja fue de 321.678. Comparando las cifras con el mismo periodo del año anterior, los accidentes con baja experimentaron un aumento del 1,0 % y los accidentes sin baja, una disminución del 2,0 %.
Dentro de los accidentes con baja, se produjeron 314.027 accidentes en jornada de trabajo y 50.117 accidentes in itinere. La variación en relación al mismo periodo del año anterior se situó en 0,4 % para los accidentes en jornada y en el 4,7 % para los siniestros in itinere.
En cuanto a los 314.027 accidentes con baja en jornada, 2.186 fueron graves y 353 accidentes, mortales. Comparando estos datos con los del mismo periodo del año anterior, se produjeron 25 accidentes graves y 21 accidentes mortales más.
Y, con respecto a los 50.117 accidentes con baja in itinere, 619 accidentes resultaron graves y 82 accidentes fueron mortales. Comparando estos datos con los del mismo periodo del año anterior, se produjeron 87 accidentes graves y 15 accidentes mortales más.
La siniestralidad laboral sigue en aumento
Tras la revisión de estas cifras, desde USO denunciamos el alarmante aumento de la siniestralidad laboral en el periodo de enero a julio 2024. Es una situación inaceptable que, contando con la normativa y regulación de la salud y seguridad laboral con la que contamos, las cifras no hagan más que aumentar con el paso del tiempo.
Esto indica que, tanto empresas como administraciones, tienen todavía mucho por hacer en lo que a prevención de riesgos laborales se refiere. Si disponemos de la normativa y los medios técnicos para poder revertir las cifras de siniestralidad, corresponde a las empresas públicas y privadas utilizarlos para el control de los riesgos asociados a su actividad. Y, a las Administraciones, comprobar que, efectivamente, se están utilizando de la manera adecuada todos y cada uno de los recursos existentes para eliminar o controlar los riesgos a los que están expuestas cada día las personas trabajadoras en sus centros de trabajo.
Accidentes de trabajo por sectores
Por sectores de actividad económica, los primeros puestos en cuanto a accidentes de trabajo con baja en jornada, serían para Industria manufacturera (57.142), Construcción (48.142) y Comercio y reparaciones de vehículos (41.710), manteniéndose la tendencia de lo que llevamos de año.
Respecto a los fallecimientos, serían: Construcción (82), Transporte y almacenamiento (74) e Industria manufacturera (47).
La siniestralidad por regiones sigue la misma línea desde inicios de 2024: si hablamos de AT con baja en jornada, los tres primeros puestos los ocupan Andalucía (52.733), Cataluña (51.688) y Comunidad de Madrid (41.907). Revisando los AT mortales en jornada, tenemos: Andalucía (66), Cataluña (44) y Comunidad Valenciana (39). También estas comunidades son las que mayor número de trabajadores tienen.
Causas de los accidentes de trabajo
Desde USO, queremos destacar que la gran parte de los AT con baja en jornada están causados por sobreesfuerzos del sistema musculoesquelético, traducidos en dislocaciones, esguinces y luxaciones. Esto indica que las empresas deben poner el foco en las condiciones ergonómicas de los puestos de trabajo, revisando las condiciones y la organización de los trabajos y procesos, para poder identificar los riesgos y aplicar las medidas correspondientes y adecuadas.
En cuanto a los AT mortales, la mayor parte de ellos están originados por infartos y derrames cerebrales. Nos lleva a la conclusión de que se deben revisar los ritmos y procesos de trabajo, ya que las situaciones de estrés causadas por los ritmos frenéticos, con gran presión y, muchas veces, sin las pausas suficientes, son las causas escondidas tras estas patologías.
Desde USO, una vez más, exigimos la creación de entornos de trabajo seguros y saludables para que el trabajo no suponga una fuente de enfermedad o muerte como, tristemente, nos muestran las cifras.
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